viernes, 16 de junio de 2017

Artículo publicado por el European Scientific Journal

El European Scientific Journal es la publicación científica más importante del viejo continente y una de las de mayor prestigio a nivel mundial.
En esa revista científica publicaron un artículo mío, que adjunto en su versión en inglés y luego en su versión en castellano.


http://www.eujournal.org/index.php/esj/article/view/9412


Proteccionismo o Libre Comercio? El dilema de la Integración Regional y la diferencia entre pueblos y paises. Una crítica a Miller y Elwood 



Resumen: 

La integración regional siempre ha sido una zona de disputa dentro de las escuelas económicas. Desde las escuelas clásicas y neoclásicas (en algunos ámbitos se los denomina liberales y neoliberales) se sostiene que solamente en un ámbito de libre comercio se puede establecer la integración. Basado en el artículo de Miller y Elwood, denominado ¿Proteccionismo o Libre Comercio? , donde sientan la postura de la escuela clásica, es que en este trabajo analizo sus argumentos y planteo un revés de sus razones. La Integración Regional necesita, a mi criterio, del proteccionismo económico para poder desarrollarse. Y en este planteo, recurro a algunos dogmas de las escuelas clásicas y neoclásicas para demostrarlo. 



Estado del Arte:

Mucho se ha escrito acerca de la antinomia Proteccionismo vs. Libre Comercio. Pero poco respecto como repercuten en las integraciones regionales.  

Espinosa García (1994), al hablar de cómo este tema se vive en Colombia luego de la aprobación final del acta de la GATT sobre aranceles, plantea que “el proteccionismo siempre refleja los intereses de grupos empresariales o sindicales que se benefician de precios altos, de la calidad inferior y del monopolio”. En el texto mencionado, la defensa del libre cambio se basa en un razonamiento similar al de Mills y que es el que recogen  Miller y Elwood y que utilizo como base para la discusión desde el lugar opuesto. Espinosa García en su razonamiento se pregunta “por qué ha de ser malo que todos los colombianos nos beneficiemos de precios bajos y mejor calidad?”, afirmando como cosa científicamente probada que el proteccionismo evita estas cualidades y solamente pueden ser dadas por el libre comercio. 

Pampillón (2007) describe en “Economía Mundial” “David Ricardo introdujo hace 200 años la teoría de las ventajas comparativas: las naciones prosperan cuando se concentran en lo que hacen mejor y comercian con naciones que tienen otras ventajas o fortalezas. Desde entonces los economistas hemos argumentado que el libre comercio enriquece a los países, a pesar de los daños que puede generar en algunos trabajadores”. En este texto Pampillón nos plantea la diferencia de prioridades, pero desde un lugar subjetivo. Y esto queda manifestado cuando escribe que solamente “algunos trabajadores” pueden verse perjudicados. Pero plantea claramente que existen medidas de afectación social en la toma de esta postura.  

Rodrik (2011) plantea “…sigo creyendo en la habilidad de los gobiernos de hacer el bien y lograr mejoras en sus sociedades. El gobierno tiene un papel positivo para desempeñar en la estimulación del desarrollo económico que va más allá de hacer que los mercados puedan funcionar bien. Esta visión se contrapone a dos perspectivas alternas.Una de ellas, la perspectiva de la elección pública….considera al gobierno 
como una herramienta maligna de los intereses de los privados…. Desde esta perspectiva cuanto más se restrinjan las acciones del gobierno, mejor. La segunda perspectiva, la de la escuela de la economía política, … endogeniza cabalmente la conducta del gobierno y al hacerlo no le deja ningún espacio para nada”. Rodrik, un economista proteccionista plantea la paradoja de los neoclásicos.

Este tema es longevamente controversial y seguirá siéndolo. La cantidad de material es incontable. La elección de los escritos es demostrativa de esto. 


Definiciones

Proteccionismo: Política económica que dificulta la entrada en un país de productos extranjeros que compiten con los nacionales. (Diccionario de la Lengua Española; Edición del Tricentenario). 

Integración: Constituir un todo / Completar un todo con las partes que faltaban / Hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo. (Diccionario de la Lengua Española; Edición del Tricentenario) 


Introducción 

Miller y Elwood elaboran un artículo desde la Sociedad Internacional de Libertad Individual, en el que establecen que el Proteccionismo es lo peor de la humanidad. El nombre del artículo es ¿Libre Comercio o Proteccionismo? Estableciendo las supuestas.  bondades del proteccionismo, las desgranan para poder demostrar que en realidad, es el peor de los sistemas para la integración. 

En este trabajo voy a recorrer el camino inverso. En base a las bondades establecidas del libre comercio, tomando como punto de partida las supuestas maldades del proteccionismo, recorreré el camino inverso para demostrar que los pilares sobre los que establecen el trabajo pueden ser rebatidos volviendo a dignificar al proteccionismo.  

Pero ¿Sobre que supuesto determinan que el libre comercio es mejor que el proteccionismo? Sobre el supuesto que el proteccionismo es enemigo de la integración. Y he aquí mi punto de partida.  

Desde el origen de los tiempos de la Ciencia Económica se vienen manifestando voces que, desde las escuelas liberales o clásicas establecen que existe una contradicción entre el proteccionismo y la integración regional. 

Para simplificar, estas escuelas dicen que si existe proteccionismo económico no hay lugar a la integración, por lo tanto para poder generar la integración, es necesario un sistema de libre mercado, sin restricciones. 

Desde esos sectores, basados en la Economía Normativa, entiendo que se tiene una conciencia que puede ser rebatida, teniendo en cuenta el sujeto económico sobre el que gira la ciencia. Y sobre todo, basada esta teoría en un fuerte postulado científico normativo, pero que puedo refutar desde lo positivo. 

El proteccionismo de ninguna manera atenta contra la integración regional. Muy por el contrario, el fomento de las industrias locales mediante la calificación y clasificación de los productos importados para evitar competencia desleal es lo que hace que las regiones sean cada vez más poderosas haciendo que sus miembros sean cada vez más poderosos. En este sentido, hasta podría decir que si cada uno de los miembros avanza en su crecimiento y bienestar, una “mano invisible” llevaría al crecimiento y bienestar general. Cosas de la escuela clásica que a veces se contradice. 

Con el presupuesto de que en las regiones no deben haber barreras, presupuesto que voy a plantear en esta discusión como falso en oposición a Miller y Elwood, lo que entiendo que se pretende es, desde el poder económico dominante, combatir la generación de nuevas fuentes de producción generando concentración de la Oferta. Y solicito que prestemos especial atención a que hablo de fuentes de producción, entendiendo como tal no solo a las de productos primarios, sino a aquellas que agregan valor a los productos básicos. Y esto es una contradicción ideológica de los que generan este postulado.  

Por lo general, estas posturas surgen de aquellas empresas o grupos que se encuentran consolidados y que tienen en la región, allende sus fronteras propias, un mercado reconocido, cautivo o posición dominante. Por lo general instaladas en el país que ofrece una matriz de costos que permite obtener la mayor rentabilidad y menor marco regulatorio para su apropiación. Y, asimismo, desde la premisa que da título a este trabajo, surge su doble moral: enarbolan un slogan liberal (el proteccionismo es enemigo de la integración) y por otro lado impiden la generación de otros productores para evitar la confección tendenciosa de un mercado liberal con oferta perfecta (o por lo menos, perfectible). 

“La Integración regional es un proceso multidimensional cuyas expresiones incluyen iniciativas de coordinación, cooperación, convergencia e integración profunda, y cuyo alcance abarca no solo las temáticas económicas y comerciales, sino también las políticas, sociales, culturales y ambientales.” (“INTEGRACION REGIONAL: HACIA UNA ESTRATEGIA DE CADENAS DE VALOR INCLUSIVAS” – NU.CEPAL – EDITORIAL CEPAL). En este sentido determino entonces que es más que un acuerdo económico o comercial. La integración regional atraviesa todas las disciplinas y genera un nuevo mapa geográfico de las ciencias sociales.  

Para que esto suceda, no pueden eliminarse las barreras comerciales. La protección es necesaria frente al avance de aquellos que son más poderosos, como ya pude determinar más arriba. Proteger a los industriales, comerciantes, trabajadores, familias (todos ellos agentes económicos) es imprescindible en un proceso de integración regional. 


Vincent Miller y James Elwood.  

Un texto que manifiesta la posición de la falsa antinomia entre Proteccionismo e Integración es el que escribieron Miller y Elwood (H. Miller, Vincent y James R. Elwood, traducido por Alberto Mansueti. ¿Libre comercio o proteccionismo? Razones en contra de las restricciones comerciales. ISIL Recuperado el 17 de octubre, 2007). Los autores parten de las “supuestas virtudes” del proteccionismo para mostrar su punto de vista sobre como son falaces los argumentos. Voy a utilizar este sistema para plantear otra posición, algo que pueda llegar a ser similar a una duda razonable. De modo tal que, como las escuelas de pensamiento económico son difícilmente conciliables, cada uno pueda sacar sus conclusiones y adherir o no. Pero aceptando que existe otra forma de pensar, de analizar y de aplicar métodos científicos para justificar hipótesis distintas. 

Según Miller y Elwood, en su artículo “¿Libre Comercio o Proteccionismo?” existen una serie de premisas que son tomadas como ciertas; tomaré algunas de ellas para demostrar por la negativa que el proteccionismo necesariamente debe ser incorporado a la integración regional. 

Acorde a los autores, el Proteccionismo es un señuelo, algo así como un canto de sirenas, y van desgranando argumentos de los proteccionistas frente al libre comercio, denostándolo. Pero justamente está posición de los autores son las que me dan la posibilidad de dar los fundamentos para entender las bondades del proteccionismo para beneficio de los pueblos. 

Dicen que, según John Stuart Mill, las barreras comerciales infieren graves daños a los países que las imponen. Mill fue un economista ingles de origen escocés del Siglo XIX que es considerado como uno de los padres de liberalismo económico. Desde ese punto de vista, debo tener en cuenta el contexto cultural e histórico donde él se desenvuelve y por lo tanto donde y cuando desarrolla su pensamiento. Es por eso que las razones que Miller y Elwood aducen son clásicas y antiguas a la vez, fundamentadas en el pensamiento antiguo de Mill, y son las que enumero textualmente y luego analizo: 


Empleos:

Empleos Perdidos: Las leyes proteccionistas erigen impuestos sobre bienes importados, y/o decretan límites (cuotas) sobre las cantidades que de los mismos se permite ingresar al país. Son leyes que no sólo restringen la elección de bienes de consumo, sino que también contribuyen grandemente al costo superior tanto de bienes como de hacer negocios. De esta manera, bajo el proteccionismo Ud. termina más pobre, con menos dinero para comprar otras cosas que Ud. quiere y necesita. Además, las leyes proteccionistas que disminuyen la capacidad de gasto del consumidor, terminan realmente destruyendo empleos. 

Basado en esto hago un planteo distinto. Supongamos que usted trabaja en un país que no tiene barreras proteccionistas y que de un país vecino ingresan sin limitaciones productos similares al de la industria en la que usted es empleado. Y que por algún motivo particular, esa empresa extranjera tiene igual o mayor capacidad de producción que en la que usted trabaja. O de la que usted es dueño o socio. Lo primero que encontraría es un nuevo competidor en el mercado, que le disputa parte del mismo, generando que si usted es dueño tenga que rever su estrategia comercial y de costos. Y si usted es empleado, comenzará a preocuparse frente a esta amenaza que puede hacer que se retraiga la actividad de la empresa para la que trabaja. Supongamos además, que la integración no contemple ni  aplique ningún tipo de restricción ni control. Observamos que las zonas fronterizas son las primeras que sufren la crisis pues se rompe el equilibrio sobre el que se establecieron. Y esto, lejos de integrar, genera tensión. Esto es una realidad que podemos observar en cada frontera cuando se producen estos fenómenos. ¿Quienes son los que comienzan a sentir las consecuencias primero? Los comercios de localidades fronterizas del país que elimina sus restricciones que ven mermadas sus ventas. La caída de la actividad económica es notable. Avanzo un poco más: supongamos que se mantienen los ingresos constantes. Es una actitud natural que, en virtud de la satisfacción de necesidades, los hombres traten de maximizar sus recursos. Por lo tanto, a igualdad de ingresos, van en busca del mejor precio. Inevitable. Caída de puestos de trabajo y pérdida de empleos de un lado de la frontera. Del otro, del más poderoso, se establece una primavera. En definitiva, sin el Proteccionismo usted termina más pobre.  

Por otra parte, el argumento de que se destruyen empleos no tiene ningún tipo de rigor científico. Voy a hacer un breve análisis de cómo una persona gasta. Lo primero que debe tener es ingresos. Y los ingresos la mayoría de la población de cualquier país lo obtiene como salario. Para que el salario exista, debe existir empleo y empleadores que lo ofrezcan. Los empleadores producen bienes y servicios que se consumen. Y, lógicamente, la producción es consumida mayoritariamente por los trabajadores. Acabo de resumir lo que en Economía denominamos como el flujo circular de la renta. 

Si ingresan productos importados sin ningún tipo de restricción, a precio más bajo en la relación calidad/precio que el bien producido localmente, y no en condiciones de dumping, es lógico que se caiga en la tentación de comprarlo en lugar del nacional. Esto tiende a satisfacer la necesidad con el criterio de la maximización de la utilización del ingreso (normalmente evalúo qué es más barato y de la misma calidad para elegir qué compro y tener más disponibilidad para otras cosas). Con esto, se produce lentamente el traslado de las preferencias de la demanda hacia el producto importado, con la consiguiente disminución del consumo del producto nacional. Sigo la cadena: menor consumo de productos nacionales, achicamiento de la producción, pérdida de trabajo, disminución de la demanda, concentración de la riqueza y apropiación de la misma con giro de divisas al exterior. Los empleos se pierden producto de la tentación de comprar lo importado.  

Ahora, ¿qué pasa en el contexto macroeconómico? Sin medidas proteccionistas, con el achicamiento de la matriz productiva por invasión de productos importados, veo dos situaciones:  

- Primeramente se produce una balanza comercial negativa. Los productos importados ingresan con la consiguiente salida de divisas.  - Luego, y merced del cierre de industrias y la disminución de la distribución del ingreso, el consumo cae.  

En definitiva, se produce concentración de riquezas y achicamiento de la economía con  aumento del índice de desocupación por la pérdida de empleos.


Precios: 

Precios Mayores: Los consumidores japoneses pagan su arroz 5 veces por encima de su precio mundial, debido a restricciones que protegen a los agricultores de su país. Los consumidores europeos pagan “cariñosos costos” por las restricciones de la CE sobre bienes importados, y pesados impuestos por los subsidios internos a los agricultores. 

La determinación de precios mayores tiene que ser analizada más finamente. Y aquí debo recurrir a los conceptos “nominal” y “real”. Y además debo tener en cuenta el esquema de precios relativos.  

El Banco Interamericano de Desarrollo, en los textos de su curso “Realidad Macroeconómica Latinoamericana”,(Modulo 1. Las restricciones a la inversión privada y el crecimiento) dice que se debe hacer “énfasis en observar los precios asociados a los factores que potencialmente son restrictivos” como una herramienta de análisis para determinar algunos de los problemas que evitan el desarrollo. Avanzo en la idea. Supongamos que analizamos el mercado del producto A. Este producto, acorde a la teoría clásica, encontraría su precio en el punto de equilibrio determinado por las fuerzas de la oferta y la demanda en un esquema de competencia perfecta. Sin ningún tipo de regulación, la inundación de productos (abundancia de oferta) tendería a bajar el precio. Siempre en un esquema ideal. La realidad es que los oferentes con preminencia en el mercado imponen condiciones. Y eso genera más temprano que tarde, la asfixia de los competidores con menores recursos. Agotados los competidores que no tienen la misma fortaleza, tanto en la producción como en el mercado, el más fuerte es el que impone las condiciones en una situación prácticamente monopólica. Por lo tanto, los precios de los productos en principio no aumentan por existir mayor oferta; pero luego se conjugan dos restricciones: la primera es la disminución (el achicamiento) de la oferta frente al cierre de productores locales y luego, con el incremento del desempleo y la no distribución de ingresos, se achica también la demanda. Por lo tanto en primera instancia los precios vuelven a aumentar por escasez de oferta y luego al achicarse la demanda los precios se amesetan. En segunda instancia, cuando el mercado deja de ser atractivo para la empresa predomintante porque, producto del achicamiento de la demanda (en caso de no haber conseguido el monopolio), retira parte de su producción para volcarla a otros mercados, generando un aumento de precios nuevamente por disminución drástica de la oferta en el mercado local pero con un consumo mucho menor. 

Ahora bien, ¿cuándo podemos decir que un precio es mayor? Un precio es mayor cuando, en términos reales los ingresos permiten una compra menor del producto del que analizamos el precio. Es decir: con un mismo ingreso se pueden adquirir menos bienes. Los aumentos de precios se producen por dos motivos: por exceso de demanda o por achicamiento de la oferta. En el primer caso, derivado de un efecto inflacionario por ejemplo, la mayor disponibilidad de dinero distribuido impulsa los precios. En el segundo, a un mismo nivel de ingresos, si la oferta es menor, el precio aumenta por la puja para obtenerlo. El primer caso integra un caso de “calentamiento  o crecimiento de la economía”. El segundo es un caso de “enfriamiento o achicamiento de la economía”. 

Macroeconómicamente sucede lo mismo que antes: achicamiento de la economía y concentración de la riqueza. Con un aditamento: si no existe alguna restricción para la apropiabilidad de la renta por parte de la empresa extranjera, se produce un vaciamiento de divisas no solamente por la importación, sino también por el giro de ganancias al exterior.  


Impuestos: 

Impuestos más elevados: las leyes proteccionistas no solamente le obligan a Ud. a pagar más impuestos sobre los bienes importados, sino que además elevan también sus impuestos en general. Esto es porque los Gobiernos invariablemente amplían las burocracias de sus ministerios de comercio, a fin de dar cumplimiento a las disposiciones de sus nuevas rondas de restricciones comerciales,….; y esos burócratas deben ser pagados 

Las barreras directas o indirectas - en este caso ejemplifico como barrera algunos  impuestos a los productos importados (aranceles de aduanas por ejemplo) - lo que persiguen es evitar la desaparición de la industria local. Si bien los precios de los bienes pueden (no necesariamente) aumentar por estas restricciones, en términos nominales, la protección a la industria local lo que genera es el mantenimiento y aumento del valor del salario real mediante la generación y protección de fuentes de trabajo. Con esto los pueblos obtienen mayores condiciones de bienestar y, por más que los precios aumenten en términos nominales, el salario real se mantiene o crece. En ambos casos, la generación de bienestar permite seguir consumiendo los bienes ofertados y además, ir absorbiendo paulatinamente y acorde al ascenso obtenido, los precios de los productos más caros que pueden ser importados. En este particular, la integración se da a través del bienestar general mediante un calentamiento de la economía, con impulso en la demanda. La liberación de las fronteras suele achicar y enfriar la economía mediante la restricción de la demanda. En ambos casos, la oferta suele ser mayor inicialmente, luego vuelve a valores históricos y después tiende a disminuir al desaparecer actores oferentes del mercado por la retracción del mismo. Agotado el achicamiento, los oferentes sobrevivientes (los más poderosos), vuelven a aumentar los precios por la tendencia monopólica u oligopólica a la que ellos mismos han contribuido intencionalmente. Pero si este mercado, además, es de producción de bienes inelásticos, la maniobra es completa.  

Los impuestos no son más elevados para todos los bienes: los importados tienen una carga impositiva mayor para incentivar el consumo de los bienes locales. Por lo tanto, el concepto de que el costo de la burocracia incrementa los impuestos es débil. Los impuestos aumentan por varios motivos: uno es para incrementar los ingresos del Estado de manera tal de hacer frente a sus gastos. Otro es para incentivar o no alguna actividad específica. Y las matrices impositivas son complejas. La potestad del Estado, en virtud de su poder de imperio de establecer tributos tiene varias motivaciones. En el caso que estudio, los aranceles o impuestos a los productos importados no se reflejan en los productos locales; son impuestos dirigidos y específicos. De ninguna manera puedo inferir que esto aumenta el costo de la burocracia estatal. Y además, debo tener en cuenta quien es el sujeto del impuesto.   


Deuda: 

La crisis de la deuda: los países de Europa oriental y el Tercer Mundo deben cientos de billones de dólares a los bancos occidentales. No obstante, las restricciones comerciales decretadas por los gobiernos de occidente cierran sus mercados respecto a esos países, haciéndoles virtualmente imposible ganar las divisas fuertes necesarias para devolver sus préstamos. 

El tema de la deuda es un caballo de batalla que siempre ejercen los acreedores que, por lo general, son financieros y especulativos. Decir que las restricciones comerciales hacen que se cierren los mercados y por lo tanto no permite que se paguen los créditos es falso. La principal fuente de ingresos para hacer frente a las deudas externas de manera genuina surge de una balanza de pagos positiva, con un fuerte incremento previo de la balanza comercial. Más allá de la variable monetaria (comparación de monedas). Y la balanza comercial es positiva cuando las exportaciones son mayores que las importaciones. Para que las exportaciones se incrementen, las producciones nacionales deben ser lo suficientemente importantes para superar a los productos que traemos. La recaudación sobre las exportaciones (en este caso no leo a ningún autor que diga que los impuestos cobrados a los exportadores aumenten la burocracia, aunque si he leído que no debe haber ningún tipo de retención o impuesto a la exportación) es lo que los países obtienen como ingreso genuino para hacer frente a sus pagos externos. Con la eliminación de las barreras comerciales, la importación sería cada vez mayor pues al achicarse la producción acorde a lo expuesto anteriormente, las exportaciones tenderían a disminuir. Y, además, debo entender que en una matriz de exportaciones, existen variables que no son controlables como pueden ser, por ejemplo, los precios internacionales que fluctúan permanentemente. Así como en algún momento un aumento de precios puede ser beneficioso internamente, en otros casos puede ser perjudicial. Pienso en dos bienes: el petróleo y la soja.  

El Petróleo en julio de 2006 tenía un precio por barril de 86 dólares, cayendo hacia fin de ese año a 63 dólares. En julio del año 2008 llegó a 144 dólares por barril. Y en febrero de 2009 el precio era de 43 dólares. En abril de 2011 trepó a los 115 dólares. En marzo de 2015 el valor fue de 47 dólares. En diciembre de 2016 el valor llega a los 57 dólares. Imaginen la capacidad de maniobra que deben tener los mercados para que estas fluctuaciones no afecten directamente a la población si ningún tipo de medida proteccionista. Las regiones en general necesitan de estas medidas para brindar bienestar y previsibilidad a la vida cotidiana, además de dar la posibilidad de planificar a los agentes económicos. 

Con respecto a la soja, tuvimos un precio promedio en el 2006 de 170 dólares por tonelada. En el 2007 fue de 195. El precio promedio del 2008 fue de 281 dólares. En el año 2009 fue 269 y en el 2010 de 229 dólares por tonelada. En el año 2011comenzó una escalada posicionándose en 317 dólares para seguir subiendo en 2012 a 347, comenzando en 2013 una caída que lo ubicó en 326, siguiendo con esa pendiente negativa en 2014 con un precio promedio de 313 y tocando un piso en 2015 de 213 dólares.  

Esta actitud de los precios no tienen relación solamente con el juego de la oferta y la demanda. Existen otros componentes que provocan la fluctuación de los precios: políticos, especulativos, etc. En ese sentido, también es importante entender que los países tienen dos mecanismos para provocar el interés o el desinterés por algún tipo de producción que puede vaciar el mercado local: son los subsidios y las retenciones a los productos exportables. En el caso particular de la soja, es normal que los países productores, merced a la demanda del grano por países como China, impongan restricciones a las exportaciones en forma de retenciones para desestimular una excesiva producción de un grano para la exportación en lugar de otro que se consume acorde a las costumbres de las regiones. En el caso de la Argentina por ejemplo, la imposición de una retención a las exportaciones de soja persigue dos objetivos: el primero es desestimular la producción de soja estimulando la del trigo, la del maíz y la del girasol por ejemplo, que se consumen abundantemente en el mercado interno y que, en virtud de las menores áreas afectadas a estos cultivos por elegir los productores la soja en virtud del precio y la demanda se ven en desventaja sin este tipo de medidas; por otro lado se consiguen ingresos genuinos al Estado para afrontar los gastos que son los que en uno de los puntos los libremercadistas atacan a los proteccionistas, que es el pago de deuda. Esto permite ingresos genuinos. Pero no solamente por las retenciones. Es solamente una parte. La protección frente a los productos importados hacen la otra parte de la ecuación.  


Desarrollo

Voy a suponer que en una región existe, de un lado de una frontera, una empresa con importantes ventajas (impositivas, laborales, arancelarias, etc.) y que, además, tiene una matriz que le permite avanzar sobre otros mercados en ventaja competitiva pero sin ser catalogada como una empresa que provoca dumping y además, no existen barreras proteccionistas. Las industrias del otro lado quedan en una desventaja frente a este nuevo agente importante, con la consiguiente pérdida de fuentes de empleo directa, indirecta, con una inevitable repercusión en el desarrollo social y cultural. En este caso no existe integración: existe colonización.  

Al no existir sistemas iguales, la integración sin protección se torna solamente beneficiosa para las empresas que son más poderosas, entendiendo como poderosas aquellas que tienen mayor capital e influencia en la toma de decisiones de la demanda. La oferta, en este caso tan particular, dista mucho de lo que planteamos como el deber ser en un mercado de competencia perfecta.  

Además, para completar la idea, es importante entender que la integración desde el punto de vista económico se puede dar con acuerdos bilaterales que comprendan las fortalezas y debilidades de cada uno de los actores, así como entender que las matrices de costos no son las mismas para todos los productos y que, la integración se realiza con una cuidada planificación de la producción, para crear un mercado agregado más amplio sin perjudicar a ninguno de los agentes que actúan en él. 

Pero, ¿por qué este planteo y de esta manera?  

Lo primero que debemos determinar es la definición de economía. La que más me agrada es esa que dice que “La Economía es la Ciencia que estudia la administración de bienes y recursos escasos para la satisfacción de las necesidades del hombre”. Pero existen algunas definiciones que no establecen el eje en el hombre sino en empresas, naciones, etc. Y de ahí que surgen distintas vertientes. 

En “Teoría Microeconómica”, Ferguson y Gould (1971) dan la siguiente definición: “La economía es una ciencia social que trata de los medios por los cuales la escasez de recursos se utiliza para satisfacer fines competitivos”. Al definirla como ciencia social, también el sujeto de la economía es el hombre. Muy similar a la definición anterior. 

Pero, como dice Gary Becker, separémonos de las definiciones y aboquémonos al enfoque. Aunque, sin lugar a dudas, hay que tener en claro que el sujeto de la Economía es el hombre. 

En este sentido, el enfoque de la teoría clásica de la Economía establece que un mercado no debe tener regulaciones del Estado, y se debe manejar por el concepto de la competencia perfecta. Y para esto es necesaria una tendencia infinita de oferentes y una tendencia infinita de demandantes en las mismas condiciones. De esa manera, en el juego de la oferta y la demanda se establece un precio que sería el denominado "precio justo". O sea, aquel que todos los demandantes (consumidores) están dispuestos a pagar y todos los oferentes (productores) están dispuestos a percibir por el total de la producción.  

Analizo brevemente las características de un mercado de competencia perfecta: 

• Infinitos compradores y vendedores.
• Todos están en igualdad de condiciones: los compradores con la intención y capacidad de adquirir y los vendedores con la intención y capacidad de ofrecer.
• No existe ningún tipo de barreras para salir o entrar.
• Todos los compradores y vendedores manejan la misma información.
• Los vendedores tienen el objeto de maximizar su beneficio (vender lo más caro posible) y los consumidores de satisfacer su necesidad con al menor precio posible(comprar lo más barato posible).  • Todos los bienes son iguales sin importar el proveedor del cual provengan. 

Ahora bien, ¿esto es real, o es el marco normativo teórico ideal para el estudio?

Es un marco normativo teórico. Por lo tanto, tomar como base para la integración regional real lo que sé entonces que es una utopía, debe darme la idea de tener un escenario adecuado para ser crítico. 

El liberalismo económico, donde todos somos libres e iguales para comenzar a analizar las variables, choca con la realidad. No tiene el mismo poder un pequeño productor individual que una gran corporación. Tomo como ejemplo el mercado de aceite de oliva, donde existen productores artesanales y productores industriales a gran escala. Donde las calidades son distintas y donde los márgenes son distintos. Algún purista puede decir en este momento que en realidad no existe un solo mercado de aceite de oliva. Es cierto. Existe el mercado de aceite de oliva artesanal y el industrial, por ejemplo. Y así podemos definir distintos tipos. Pero lo que no está en discusión es que cuando se analizan la producción o el consumo, actualmente no se hace esa diferencia. Y también podemos determinar que no todos los productores artesanales son iguales. Ni tampoco los industriales. Simplemente porque la igualdad es un supuesto para poder establecer leyes que rigen la ciencia de manera poco flexible. Concluimos entones que esto se da de bruces con los axiomas que postulamos más arriba.

Vuelvo a los mercados del petróleo y de la soja y concluyo, luego de haber visto las variaciones de precios más allá de las condiciones de la oferta y la demanda, que el marco teórico no puede ser aplicado sin evaluar otras variables.  

El Estado, en este sentido regulador y equiparador de la principal falla positiva de esta ley que es la igualdad, no interviene de alguna manera como salvador de la teoría clásica, ésta hace agua. Y por otro lado, el poder reconoce una parte de la teoría (la no intervención) pero desconoce la otra (la igualdad). Otra de las contradicciones del liberalismo. 

Ahora bien, ¿por qué, entonces, existe la idea de que el Proteccionismo es enemigo de la Integración, y que ésta última solamente puede darse con liberalismo económico? 

Desde un análisis más general de las ciencias sociales, podemos determinar que la comunicación tiene una incidencia fundamental en la generación de conciencias colectivas. Con el advenimiento de la imagen, se venden como verdades absolutas lo que las imágenes muestran. Ya lo enuncia Giovanni Sartori en su libro “El Homo Videns, la Sociedad Teledirigida”. La imagen tiene la posibilidad de anular la capacidad de abstracción. Y el lenguaje, lo simbólico, es lo que nos caracteriza como homo sapiens. Cuando la capacidad de lo cognoscitivo se anula mediante la imagen, no se informa, se adoctrina. Ahora avancemos más sobre los intereses que se mueven detrás de esto. Porque es importante tener en cuenta que los agentes de comunicación también son agentes económicos. Su principal función no es informar. Su principal objetivo es ser rentables. Y desde ese lugar es donde tenemos que entender como se generan conciencias.

La fuerza del capital no entiende de fronteras: el fin natural de las empresas que es ganar dinero, y está bien que así sea, necesita que lo que rija es una conciencia de que la protección no es conveniente con el objetivo de integrar. Porque, simplemente, el capital no tiene nacionalidad.  

Desde los medios, se trata de generar la falsa conciencia colectiva de que el mercado es la madre de las buenaventuras, mientras que la intervención se opone a la integración y al desarrollo. Y esto debe ser combatido con más verdades. Y con postulados de la heterodoxia económica por un lado y los datos de la economía positiva por el otro. 

En ese sentido, la industria de lo comunicación es el eje de la formación de verdades culturales que tienen tendencias económicas. La globalización genera en las regiones binacionales o plurinacionales la fusión de conceptos que trascienden el concepto de Nación y Patria. Basados en el concepto de libre comercio, se eliminan los conceptos de pertenencia y de cuidado común, avanzando en la desnacionalización de la toma de decisiones económicas, por lo que se comienza a vislumbrar la disputa de poder. Por un lado el poder político y por el otro lado el poder económico. Mientras el primero tiene fundamentos vinculados a la soberanía, el segundo no. Es por esto que debo tener siempre presente que toda empresa vinculada a la comunicación persigue un fin de lucro. Y para este objetivo utiliza las herramientas que tiene a su alcance. Y no es la información general sino la conveniente.  

Jauretche, en sus pensamientos, dice que “la economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía politicamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica. 

CONCLUSIÓN.

Concluyo que, sin Proteccionimo no es posible ninguna forma de Integración Regional.  Y que sin Proteccionismo existe Colonización de mercados por el poder económico. Y hablar de mercados no es lo mismo que hablar de regiones. 


Bibliografia.

Espinosa García, Antonio. 1994. “Libre Comercio vs. Proteccionismo”. El Tiempo. Bogotá. Colombia.

Pampillón, Rafael. 2007. “Libre Comercio o Proteccionismo?”. Economy Weblog. IE University. Segovia. España.

Rodrik, Dani. 2011. “Una economía, muchas recetas. La globalización, las instituciones y el crecimiento económico” ; trad. de Karina Azanza, Brian McDougall. FCE. México DF. México.

H. Miller, Vincent and James R. Elwood, traducido por Alberto Mansueti. Recuperado en  Octubre 17, 2007. “Libre Comercio o Proteccionismo? Razones contra las restricciones comerciales. ISIL.

Diccionario de la Lengua Española, edición del tricentenario. 2014. RAE. España.

Mill, John Stuart.  1996.  “Principios de Política Económica”. Versión española del Fondo de Cultura Económica.

Ferguson, C.E. y Gould J. P. 1990. “Teoría Microeconómica”. S.L. Fondo de Cultura Económica de España.

Becker. Gary. 1976. “Acercamiento Económico al comportamiento Humano”. ICE Revista de Ciencia Económica. España.

Jauretche, Arturo. 1962. “Política y Economía”. Ediciones Corregidor. Argentina.