La discusión que se plantea entre
economía vs. salud a esta altura de las circunstancias, lo único que esconde es
la voluntad del Poder Económico en doblegar al Poder Político y sostener
privilegios que en las actuales circunstancias podemos determinar que son hasta
criminales.
Frente a los despidos masivo
llevados adelante por los más adinerados del país, la política sale a marcar la
cancha. Y la respuesta no se hizo esperar: desde las empresas de medios se
fogonea que no se puede parar la economía, que es más criminal parar que dejar
que el virus se lleve puesto a los más vulnerables.
Los voceros son comunicadores
alineados con las empresas y economistas que han llevado adelante las políticas
que jamás dieron como resultado una mejor calidad de vida para los Pueblos,
favoreciendo la concentración de la riqueza en manos de los que hoy exigen que
se dinamice la economía.
Los argumentos que esgrimen estos
economistas (algunos mal llamados, porque la economía debe brindar soluciones a
los pueblos en general) son risueños, rebatibles y contradictorios.
Esgrimen que el parate de la economía
conlleva menor recaudación. ¡¡¡Chocolate por la noticia!!!!! Y que la solución
es emitir y que esto trae aparejado una inflación que sería colapsante. Falso
argumento: emitir es una potestad que tiene el Estado y esta emisión se ve
contrarrestada por la disminución de la actividad económica. Por lo tanto, la
inflación alta se neutraliza por el enfriamiento de la economía. Se emite
porque no se recauda y porque no tenemos financiamiento externo. Tenemos
colapsado el crédito internacional por dos motivos: primero por el desastre
económico del Macrismo que nos hizo caer en la más baja confiabilidad a nivel
internacional para solicitar un mango. El segundo es porque el contexto
internacional también está en crisis. Entonces, hablar de la economía monetaria
en el contexto actual con las intenciones de aplicar las políticas de otra
realidad es una soberana estupidez.
Agitan el terror diciendo que, de
seguir este camino, no se van a poder pagar siquiera las jubilaciones porque el
Estado no va a tener dinero. Otro error. Podemos emitir y con esa emisión
tratar de reactivar la economía por dos medios: poniendo dinero en el bolsillo
del Pueblo y dando créditos blandos para Pymes. Lo que no te cuentan desde el
poder económico es que en su plan no va a ser necesaria pagar jubilaciones
porque el sector más vulnerable sin el cuidado del Estado es el que lo cobra.
En este caso, además de liberales son Malthusianos. Eliminan el déficit matando
a los que ellos piensan que lo generan en virtud del bien de la mayoría, que en
realidad es la minoría que concentra el dinero.
Para no ser muy extenso,
solamente falta ponerle el cascabel al sector financiero: deben hacer su aporte
para la generación de bienestar en esta época de crisis. Plantear intereses de
financiación de tarjetas de crédito al 49% diciendo que antes estaban al 54% es
una burla absoluta. Son el sector que más beneficios obtuvo en los últimos
cuatro años. Desde el Estado se deben poner medidas inflexibles para
regularizar la situación en esta emergencia. Otorgar préstamos a Pymes para el
pago de sueldos al 24% anual también es ilógico. En el actual contexto, el
esfuerzo se debe hacer con tasas al 0% y
dos meses de gracia para poder volver a generar actividad productiva. Y esto
tiene como asidero que el FMI nos condona parte de la deuda y nos da hasta el
2024 para empezar a pagar.
Frente al embate del Poder Económico para doblegar
al Poder Político, la política tiene una oportunidad única acorde a lo que
alguna vez dijo Alem “En política se hace lo que se debe. No lo que se puede
ni lo que se quiere. Lo que se debe”.
Es hora de hacer lo que debemos.