jueves, 2 de abril de 2020

Economía y Coronavirus: la puja de poder.


La discusión que se plantea entre economía vs. salud a esta altura de las circunstancias, lo único que esconde es la voluntad del Poder Económico en doblegar al Poder Político y sostener privilegios que en las actuales circunstancias podemos determinar que son hasta criminales.

Frente a los despidos masivo llevados adelante por los más adinerados del país, la política sale a marcar la cancha. Y la respuesta no se hizo esperar: desde las empresas de medios se fogonea que no se puede parar la economía, que es más criminal parar que dejar que el virus se lleve puesto a los más vulnerables.

Los voceros son comunicadores alineados con las empresas y economistas que han llevado adelante las políticas que jamás dieron como resultado una mejor calidad de vida para los Pueblos, favoreciendo la concentración de la riqueza en manos de los que hoy exigen que se dinamice la economía.

Los argumentos que esgrimen estos economistas (algunos mal llamados, porque la economía debe brindar soluciones a los pueblos en general) son risueños, rebatibles y contradictorios.

Esgrimen que el parate de la economía conlleva menor recaudación. ¡¡¡Chocolate por la noticia!!!!! Y que la solución es emitir y que esto trae aparejado una inflación que sería colapsante. Falso argumento: emitir es una potestad que tiene el Estado y esta emisión se ve contrarrestada por la disminución de la actividad económica. Por lo tanto, la inflación alta se neutraliza por el enfriamiento de la economía. Se emite porque no se recauda y porque no tenemos financiamiento externo. Tenemos colapsado el crédito internacional por dos motivos: primero por el desastre económico del Macrismo que nos hizo caer en la más baja confiabilidad a nivel internacional para solicitar un mango. El segundo es porque el contexto internacional también está en crisis. Entonces, hablar de la economía monetaria en el contexto actual con las intenciones de aplicar las políticas de otra realidad es una soberana estupidez.

Agitan el terror diciendo que, de seguir este camino, no se van a poder pagar siquiera las jubilaciones porque el Estado no va a tener dinero. Otro error. Podemos emitir y con esa emisión tratar de reactivar la economía por dos medios: poniendo dinero en el bolsillo del Pueblo y dando créditos blandos para Pymes. Lo que no te cuentan desde el poder económico es que en su plan no va a ser necesaria pagar jubilaciones porque el sector más vulnerable sin el cuidado del Estado es el que lo cobra. En este caso, además de liberales son Malthusianos. Eliminan el déficit matando a los que ellos piensan que lo generan en virtud del bien de la mayoría, que en realidad es la minoría que concentra el dinero.

Para no ser muy extenso, solamente falta ponerle el cascabel al sector financiero: deben hacer su aporte para la generación de bienestar en esta época de crisis. Plantear intereses de financiación de tarjetas de crédito al 49% diciendo que antes estaban al 54% es una burla absoluta. Son el sector que más beneficios obtuvo en los últimos cuatro años. Desde el Estado se deben poner medidas inflexibles para regularizar la situación en esta emergencia. Otorgar préstamos a Pymes para el pago de sueldos al 24% anual también es ilógico. En el actual contexto, el esfuerzo se  debe hacer con tasas al 0% y dos meses de gracia para poder volver a generar actividad productiva. Y esto tiene como asidero que el FMI nos condona parte de la deuda y nos da hasta el 2024 para empezar a pagar.

Frente al embate del Poder Económico para doblegar al Poder Político, la política tiene una oportunidad única acorde a lo que alguna vez dijo Alem “En política se hace lo que se debe. No lo que se puede ni lo que se quiere. Lo que se debe”.  Es hora de hacer lo que debemos.