miércoles, 15 de abril de 2015

Ferrocarriles y Soberania



Los ferrocarriles siempre fueron un recurso estratégico para el Peronismo. Más allá de la privatización efectuada en la década del renunciamiento justicialista encabezada por Menem y ejecutada desde lo intelectual y lo práctico por Cavallo, es una bandera histórica de los peronistas la puesta en valor, la administración en manos del Estado Nacional y la construcción de ramales. Es un recursos tan estratégico que uno de los principales pensadores del Peronismo, silenciado a tal nivel por la oligarquía y las políticas liberales que durante años una avenida que lleva su nombre fue denominada con un nombre británico, Raúl Scalabrini Ortiz, escribió copiosas páginas para explicar por qué los ferrocarriles debían extenderse a lo largo y lo ancho del país, generando el concepto de Soberanía Ferroviaria como eje fundamental para la integración y la efectiva vigencia de la Soberanía Nacional. Perón estatizó los ferrocarriles de manos inglesas para darles un verdadero sentido federal. A lo largo de sus vías crecieron pueblos y ciudades, se integró al país y se comenzó una verdadera revolución ferroviaria que quedó trunca cuando los golpes de Estado Cívico Militares interrumpieron los procesos de felicidad del Pueblo y de reivindicación de sus derechos, al sentir el Imperio y sus aliados que el recurso estratégico vulneraba la posibilidad de dominación económica y de centralización en Buenos Aires de los intereses de todo el país. La política liberal de entrega de los 90 determino que los reclamos de los trabajadores por mejores condiciones de infraestructuras y salarios fueron la excusa para el cierre de los ramales. “Ramal que para ramal que cierra” dijo Cavallo y dejo sin empleo a miles, y sin dignidad a millones. Pueblos abandonados y en la miseria es la consecuencia de esa decisión. Y la concentración del negocio de las cargas en manos de las empresas de transporte de camiones. Hoy la Presidenta reivindica la soberanía. Lleva adelante una política que, no solamente genera desarrollo y empleo sino que, y acorde a nuestra doctrina, genera la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Patria.